La piel, en constante renovación, es mucho más que un simple envoltorio, es el órgano más grande del cuerpo humano (el más amplio en superficie: 1.5 a 2 m2 y más pesado: 3 a 4 kg). En un adulto normal, aproximadamente el 6 por ciento del total de su peso corresponde a la piel. Es nuestra barrera defensiva y carta de presentación hacia el mundo, pero además está en permanente relación con los demás órganos, por lo que la piel puede revelar las disfunciones o enfermedades que padezcan otros órganos de nuestro cuerpo. Como cada órgano, la piel tiene unas funciones básicas: PROTECCIÓN
(evita la pérdida de agua excesiva y protege el cuerpo de agresiones externas de tipo mecánicas, físicas, químicas o microbianas a través de, entre otros, mecanismos celulares e inmunológicos y de su impermeabilidad, resistencia y flexibilidad), TRANSMISIÓN
(la piel transmite información entre el interior y el exterior del cuerpo a través de sus múltiples terminaciones nerviosas que reciben estímulos táctiles de presión, temperatura y dolor. Esta información, fundamental para la subsistencia, es enviada al cerebro), INTERCAMBIO
(en la piel se llevan a cabo numerosos intercambios entre el organismo y el exterior, participa en la regulación de la temperatura corporal por la eliminación de calor y la evaporación del sudor secretado por las glándulas sudoríparas, así como favorece la eliminación de sustancias nocivas o de desecho y es necesaria para la síntesis de vitamina D, que es esencial para el crecimiento de los huesos y otras muchas funciones que se le atribuyen cada día. Las glándulas endocrinas de la piel también juegan un rol importante en la atracción sexual y la reproducción).
Además, la piel tiene capacidad de regeneración frente a cortes y quemaduras leves y su capa más profunda, que contiene la grasa subcutánea es fuente de energía y proporciona aislamiento al cuerpo humano. Las otras dos capas de las tres que tiene se llaman: epidermis (la más superficial) y la dermis (donde se encuentra el colágeno, la elastina y terminaciones nerviosas).
La piel y el estado de la misma está muy relacionado con la imagen corporal que generamos de nosotros mismos, ya que la piel es el primer aspecto externo de nuestro cuerpo que va a influir en nuestra apariencia. La piel reviste una importancia fundamental por razones fisiológicas y también estéticas.
La Dermatología actual es consecuencia del avance cultural de nuestro medio y debe responder a sus exigencias. Hay distintas subespecialidades o áreas de trabajo dentro de la Dermatología: Dermatología Pediátrica, Tricología (enfermedades relacionadas con el cabello y cuero cabelludo), Dermatología Psiquiátrica, Dermatología Estética y/o Cosmética (aquella parte de la Dermatología que se ocupa del cuidado de la piel como parte de la belleza y la imagen de una persona (higiene, apariencia y protección de la piel).... Dentro de la Academia Española de Dermatología y Venereología existe el grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) y otros varios grupos de trabajo y estudio para lograr la máxima especialización y actualización en cada campo de la Especialidad.
TU PIEL HABLA DE TÍ... ......TU DERMATÓLOGO ESCUCHA Y ENTIENDE.